Conoce a Óliver Espino
diciembre 7, 2017Greg Alonso – Montecristo Audiovisuales
enero 18, 2018"Ya me lo hacen por 300€"
Y nosotros, lo respetamos. Pero... ¿realmente, vale la pena arriesgar por ahorrar en el día más importante de la vida de una pareja? Hoy te explicamos 8 razones por las que un vídeo de bodas, no puede valer 300€.
1. Empatizamos con los novios al 100%
Preparar una reunión para conocer a la pareja y que cuenten sus inquietudes, lo que quieren, lo que necesitan, cómo les gustaría que fuera, generar confianza entre profesional y cliente para que a la hora de realizar el trabajo, la pareja esté suelta y se sienta cómoda, lo cual conlleva una planificación de agendas, organización y por supuesto, la elaboración de un buen café.
2. Estudio detallado de localizaciones
Tras reunirse con la pareja, nuestro equipo (tanto fotógrafos como videógrafos), se reúne nuevamente para buscar las mejores localizaciones para los protagonistas. En base a la reunión previa, o bien le proponemos lugares adaptados para ellos en base a su historia, o nos adaptamos a la localización que nos piden. En esta reunión, se valora el timing, distancia de un punto a otro para coordinar bien los tiempos, previsión meteorológica y el horario de amanecer y atardecer en las coordenadas exactas del punto del rodaje para la optimización de la luz natural, entre otras cosas. Algo importante en las localizaciones, es tener un plan B bien definido, ya que por alguna razón, la idea inicial puede fallar (especialmente por las inclemencias del tiempo), por lo que siempre daremos una alternativa.
3. El rodaje: horas y horas detrás y delante de las cámaras
Sin duda, la parte más dura del proceso; ya sea una boda, una preboda o una postboda, las horas de grabación son, a veces, incontables. En el caso de una boda, es documentar íntegramente todo el proceso, desde la preparación de los novios, su espacio, pasando por la ceremonia hasta terminar por la fiesta, donde no puede haber margen de error; aquí no vale un desenfoque, una temperatura de color fuera de lugar, una velocidad de obturación por debajo de 1/48... aquí todo debe salir a la primera, lo que conlleva un grado de concentración elevado para que todo salga perfecto. En el caso de la boda o la preboda, jugamos con el tiempo, las escenas, podemos repetir, tomarlo con más calma dado que es un escenario donde no existe presión, y sobretodo, si se cumple el primer punto, esta parte será mucho más amena y fluida y se notará en el resultado final del mismo.
4. La edición: clave del éxito
Si el rodaje requiere horas... ¿qué decir de la edición? Aquí hay que ponerse serios, porque la edición del trabajo es la clave del éxito del mismo; cierto es, que la calidad del metraje es fundamental en cuanto a planos, frames, encuadres, estabilización y demás, pero tu pieza se va a distinguir de otras por su tratado en la edición de la misma.
Y es que editar, no es tan solo juntar los planos en una pista, ponerle la música y hacer click en "render"; no. Editar un vídeo de bodas requiere, bajo nuestro criterio, una cultura musical mínima para poder enfocar el trabajo, y esto se consigue estando al tanto de las últimas tendencias, suscripciones a nuestros artistas favoritos, aprovechar cualquier rato libre para escuchar música (con fines laborales y no solo para su disfrute), porque la música es el ADN sobre el que construiremos nuestro trabajo y es la parte en la que más tiempo tardamos, porque queremos escuchar, queremos transmitir... queremos emocionar con nuestro trabajo.
Una vez elegida la música, toca "clavar" nuestro material con nuestra pieza musical y dejar volar la imaginación y la creatividad y poder contar una historia que llegue a los novios, con la que se sientan identificados y que una vez entregada, se cumplan las expectativas desde que nos reunimos para conocernos.
Tras la edición del trabajo, nos metemos con el degradado y la corrección de color. Y no, esto no es Instagram, donde aplicamos un filtro de color y listo, no, aquí trabajamos por niveles, tratamos luces altas, medias y sombras, tratamos con máscaras los tonos de la piel para intentar tocarla lo menos posible y en su conjunto, buscar un "look" ideal que transmita lo que a nosotros nos transmite la pareja, buscando, al menos en nuestro caso, un look cinemático y sobretodo, profesional.
5. Interiorizamos el proyecto como si fuera nuestra propia boda
Si te has leído los puntos anteriores, llegarás a una conclusión; sí, somos muy freaks; y no solo nosotros, seguro que muchos videografos también porque es una profesión que requiere una interiorización plena en cada proyecto y cuando hablamos de un vídeo de bodas donde tenemos tan presente a los novios, pues más aún. En ese hueco que tienes libre, empiezas a imaginar historias, a enlazar escenarios, buscar encuadres en tu mente que hacen que tengas unas ganas inmensas de que llegue el día de la grabación para conseguirlo y como no, deseando llegar a casa para vaciar las tarjetas y ver si el plano quedó tal y como lo imaginabas. Sí, somos muy freaks.
6. Estudio del mercado
Buscamos lo último, vemos cómo está el mercado, hay que estar al corriente de las tendencias, y no para seguirlas, sino para saber en qué punto del mercado te encuentras, y eso conlleva búsquedas, suscripciones, mucho scroll en redes sociales, atención y actualización en páginas de terceros (proveedores de servicios) y demás. A este punto, va ligado el hecho de estar al día a nivel técnico; evidentemente, hay que invertir en equipos y más si ofreces un producto de calidad, a nivel técnico... ¡debes estar a la altura!
7. La creatividad debe marcar la diferencia
En cuanto más creativo es tu trabajo, más se diferenciará del resto y más llamará la atención de posibles clientes, y mantener fresca la creatividad e inspiración, te obliga a sacrificar otras cosas, incluso tiempo libre.
8. Una constante reinvención
En plano siglo XXI, se acabó dar cintas de vídeo con 3 horas de grabación íntegras, hay que reinventarse y dar un producto fresco, nuevo, alternativo, creativo... y si el mercado se vuelve a estancar, pues le daremos otra vuelta, porque si hay algo que tenemos claro, es que nuestro trabajo no entiende de convencionalismos y siempre, llevará como sello, la mano de un increíble grupo humano que se vuelca en cada proyecto para cumplir todos los puntos que les hemos desarrollado en estas líneas.
Así vivimos nuestro trabajo: